autor: Haruki Murakami
año: 2004
Hace ya bastante tiempo alguien me dijo que el problema de las palabras es que poco de lo verdaderamente importante se puede decir con ellas. En realidad en eso radica la esencia de la literatura. Del mismo modo que el hidrógeno y el oxígeno no son agua, sino que su unión forma una sustancia distinta cualitativamente a estos dos átomos. O al igual que no llega sencillamente con unir la harina, la levadura y los huevos para que aparezca un bizcocho. La literatura trata de suplir la capacidad expresiva de las palabras uniéndolas, experimentado con ellas, y creando algo muy distinto y con mucho más significado que el que las palabras aisladas tienen. Ciertos escritores, tratando de demostrar lo humildes que son, suelen definirse en las entrevistas como simples artesanos que trabajan uniendo palabras, pero esto no es cierto. Las historias de las novelas, o poemas, no son sólo la unión de palabras. Es algo distinto.
Como ya hablamos en otras ocasiones, los personajes de Murakami son seres casi adolescentes, atractivos y solitarios que terminan encontrándose. Pues en After Dark este patrón se repite, pero de un modo casi esteriotipado. Mari Asai es una joven que lleva horas sentada leyendo en la mesa de un restaurante. Ya oscureció cuando se encuentra con Takahashi, un músico y hablador veinteañero que se acerca a la mesa de Mari. Así arranca la novela, y el relato de varias historias que se cruzan durante la noche de una ciudad japonesa. El encuentro romántico entre Mari y Takahashi, la paliza a una prostituta de origen chino y una chica que duerme, y sueña, desde hace días se entremezclan en una inquietante noche. Todo relatado por un narrador omnisciente que tiene conciencia de serlo. Nos interpela directamente a nosotros cuando le parece apropiado.
After Dark es una novela muy curiosa. Los capítulos están encabezados por horas de la madrugada, y progresivamente el reloj va avanzado. En realidad, pienso que el escritor japonés intenta aquí relatar una historia casi a tiempo real. Las horas que se van señalando están calculadas para que el lector pueda acompañar su lectura a los acontecimientos narrados. Se trata de una novela con aspecto de relato corto. La historia es breve y sencilla y está narrada con un lenguaje muy ágil. Además, After Dark, conserva esa cualidad de inacabada que tiene toda la literatura de Haruki Murakami y que aporta, aún más, al lector la sensación de haber leído un relato breve.
After Dark es sólo una pieza más de la obra que, poco a poco, está creando Murakami. Ni de lejos es una de las piezas más destacadas, pero al igual que cualquier insignificante átomo, es imprescindible para que el notable resultado literario del japonés sea el que todos conocemos. Por separado los libros de Murakami no son extraordinarios, pero el universo que está creando sí lo es.